Menos mal que decidimos dormir en el coche
porque ha caído la mundial. No veas como jarreaba agua durante toda la noche.
Además hemos estado bastante cómodos en el coche. Parece mentira que se le
pueda sacar tanto provecho a tan poco espacio. Con una autocaravana montaríamos
un palacio je je je
Al entrar en Budapest nos confundimos por
milímetros y la carretera empieza a mandarnos cada vez más lejos de nuestro
destino, y sin posibilidad de volver a nuestra ruta prevista. Pero a grandes
males grandes remedios así que entro en modo combate, doy un volantazo para
cambiar de sentido ante la mirada incrédula de los indígenas, busco camino lo
mejor que puedo, echó marcha atrás un cachito en una avenida… y por fin vuelvo
a la senda correcta. Ahora toca un tráfico tremendo que nos hace ir a paso de
tortuga y cambiar de carril cada dos por tres para no volver a descolgarnos.
Por fin, tras alguna que otra peripecia más, conseguimos llegar al parking que
buscábamos: un llano cerca de la estación y un gran parque comercial (West End)
que nos va a salir a tres euros el día.
Después de comer en el hostel nos damos un
paseíto (8 kms) hasta la Plaza de los Héroes , en memoria de los fundadores de
Hungría, y el parque que comienza ahí y
en el que hay edificios de gran belleza. Una zona muy agradable aunque quede un
poco a tras mano de la zona más céntrica. Terminamos el paseo en el West End.
Es enorme, bien diseñado y con una gran de tiendas y locales de todo tipo.
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