Por delante cinco años y más de cincuenta países. Ríos, ciudades, montañas, mares, gentes, selvas, desiertos, culturas, comidas,... empezamos en 3... 2.... 1
domingo, 15 de diciembre de 2019
Israel
25 de diciembre de 2007, once de
la noche, cogemos un avión de El-Al al aeropuerto Ben Gurión de Tel Aviv. Un
viaje al que le tenía muchas ganas y que gracias a Tere pudimos hacer.
Un viaje a un país muy especial y
muy atacado por muchos. De hecho es el único país al que se le niega
sistemáticamente el derecho a la existencia. En los últimos cien años, y en la
actualidad, son muchos los regímenes que han levantado rechazo e incluso odio
con más o menos motivos pero SIEMPRE se ha distinguido entre el gobierno, rey,
dictador,… y el pueblo, el país. Nadie niega el derecho a existir de Corea del
Norte, USA, Arabia Saudí, Alemania,… no es así en el caso de Israel. Es
habitual boicotear un acto cultural, artístico o festivo si su protagonista es
israelí (judío, hablemos claro) aunque esa persona sea crítica con el gobierno
de su país y sus políticas. No importa, si es israelí es culpable, de lo que
sea.
Antes de ir un amigo israelí me
advirtió “no esperes encontrar otra cosa que un país normal, con cosas buenas y
malas, con gente buena y mala, y eso es lo que encontré. Y eso es lo que
encontramos, un país más, igual que otros muchos y diferente a cualquier otro.
Como cualquier otro. Y lo disfrutamos.
lunes, 9 de diciembre de 2019
La primera aventura
Nuestra primera aventura juntos se
remonta a diciembre de 1983. Acabábamos de casarnos y, tras celebrarlos solos
con una buena comilona, agarramos nuestro R12 y nos lanzamos a la carretera.
Siguiendo el sentido contrario a
las manecillas del reloj fuimos recorriendo España. Almería, Alicante,
Tarragona, Zaragoza, Logroño, Santillana del Mar, Oviedo, Villagarcía de Arosa,
Sevilla, …fueron algunas de las etapas. Nos encontramos con amigos, disfrutamos
con paisajes maravillosos, comimos y bebimos en abundancia, pasamos frío y nos
mojamos con la lluvia, conocimos lugares que entonces nos parecían lejanos, y
le echamos muchas horas de conducir por carreteras muy distintas a las actuales
(nunca olvidaré algunos tramos de tierra durante la noche para llegar a Almería
ni el puerto de Béjar en la ruta de la
Plata)).
No había blogs, no existía
Internet ni GPS, las reservas eran para las películas. Así que con un mapa de
carreteras y la guía Michelín para orientarte hacías el avío.
Desde luego fue lo menos parecido
al típico viaje de novios pero nos lo pasamos en grande y ¡cómo nos reímos!
domingo, 1 de diciembre de 2019
Río Guadiaro
Hemos completado hace unos días
el recorrido del río Guadiaro desde Ronda hasta su desembocadura junto al
puerto de Sotogrande. Han sido varias etapas hasta Benaoján, Jimera de Libar,
el Cañón de las Buitreras, El Colmenar, San Pablo de Buceite, San Martín del
Tesorillo,… la mayoría de ellas haciendo el recorrido de ida y vuelta. Hemos
andado, nadado, paleado en kayak,… hemos pasado frío y calor, nos hemos tragado
cuestas “parriba” y “pabajo” que te dejan con la lengua fuera y las rodillas
temblando. Pero siempre nos hemos divertido y disfrutado de una naturaleza
espectacular y unas vistas que quitan el hipo.
El río siempre cerca, la vía del
tren (ese tren que funciona cuando les parece oportuno a los que tan sabiamente
dirigen nuestro país, no podemos olvidar que han colocado aquí los que
desecharon en Extremadura por obsoletos) como referencia, las montañas a ambos
lados del camino, pueblos acostados en las laderas, estaciones de un pueblo que
pertenecen a otro, la Cueva
del Gato, el Tajo de Ronda, las centrales eléctricas, el Puente de los
Alemanes, vacas, cabras y ovejas, siempre los buitres sobrevolándonos, poblados
abandonados donde se grabaron películas, campos de naranjos, acequías, enormes
tuberías que bajan la ladera, carriles y senderos, vegetación que te corta el
paso, puentes colgantes, vallas que hay que saltar, rápidos por los que tirarte
sin saber cómo vas a terminar entre tanta piedra y tanta corriente, y al final
un mar embravecido que te manda el kayak a donde le da la gana y te obliga a
apretar los dientes para llegar a puerto. Una maravilla
Islas Maldivas
Un añito después de Egipto
vinieron las Maldivas. Empezamos pensando en ir unos días a Cabo de Gata pero
la cosa fue enredándose y nos fuimos una mijilla más lejos.
Vuelo de 12 horas con escala en
Bahrein (una calor de morirte en las pistas de un aeropuerto lleno de oros y
donde rifaban Mercedes y Testarrosas).
Llegamos al aeropuerto que
ocupaba toda una isla junto a Male (la capital) y desde allí cogimos un
hidroavión que nos dejó sobre un madero que flotaba cerca de Kuramathi, nuestro
destino. Una isla pequeñita (1 x 0,5 kms) toda cubierta de jungla y caminos de
tierra que conectaban las cabañas desperdigadas con otras más grandes que hacían
de recepción y restaurante.
Fueron un puñado de días
maravillosos rodeados de iguanas, zorros voladores, delfines, tiburones, mantas
y todo tipo de peces a cual más espectacular. Calor y sol que se alternaban con
calor y tormentas que descargaban agua caliente. Mucha playa, mucho snorkel,
mucho submarinismo, mucho comer y beber,… mucho relax sin oír un motor ni
ponerte ni siquiera unas chanclas. El paraíso.
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