domingo, 15 de diciembre de 2019

Israel


25 de diciembre de 2007, once de la noche, cogemos un avión de El-Al al aeropuerto Ben Gurión de Tel Aviv. Un viaje al que le tenía muchas ganas y que gracias a Tere pudimos hacer.
Un viaje a un país muy especial y muy atacado por muchos. De hecho es el único país al que se le niega sistemáticamente el derecho a la existencia. En los últimos cien años, y en la actualidad, son muchos los regímenes que han levantado rechazo e incluso odio con más o menos motivos pero SIEMPRE se ha distinguido entre el gobierno, rey, dictador,… y el pueblo, el país. Nadie niega el derecho a existir de Corea del Norte, USA, Arabia Saudí, Alemania,… no es así en el caso de Israel. Es habitual boicotear un acto cultural, artístico o festivo si su protagonista es israelí (judío, hablemos claro) aunque esa persona sea crítica con el gobierno de su país y sus políticas. No importa, si es israelí es culpable, de lo que sea. 

Antes de ir un amigo israelí me advirtió “no esperes encontrar otra cosa que un país normal, con cosas buenas y malas, con gente buena y mala, y eso es lo que encontré. Y eso es lo que encontramos, un país más, igual que otros muchos y diferente a cualquier otro. Como cualquier otro. Y lo disfrutamos.


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